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La Defensa de Sean Combs ‘Diddy’ argumentará que su relación con principal víctima fue mutuamente violenta.
La defensa de Sean Combs, el rapero estadounidense, conocido como Diddy, argumentará durante el juicio en su contra por delitos sexuales que su relación con la principal víctima que testificará en el proceso fue violenta “en ambas direcciones”.
“Había una violencia mutua en la relación. Diddy no la obligó a hacer nada”, alegó este viernes uno de sus abogados, Marc Agnifilo, en el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York, donde hoy se congregaron una treintena de periodistas.
A lo que el juez federal, Arun Subramanian, preguntó: «¿Tu argumento será que había violencia mutua?», y Agnifilo contestó «correcto».
«El gobierno argumentará que (Combs) la presionó para llevar a cabo actividades sexuales, pero eso no es correcto. Ella ha sido violenta y agresiva», reiteró la defensa.
Aunque los documentos legales y el tribunal no identifican a las víctimas, todo apunta a que esta persona en cuestión es su expareja, la cantante Cassie Ventura, a la que se vio en un video siendo golpeada brutalmente por Combs en el pasillo de un hotel de Los Ángeles.
En la audiencia del viernes, los fiscales informaron al juez de que mostrarán dos videos grabados por guardias de seguridad del momento de la presunta agresión de Combs a Ventura, además de otros tres videos editados de CNN que serán analizados por un experto ante el tribunal.
Mientras, la defensa de Combs insistió en numerosas ocasiones en el carácter «fuerte» de Ventura, que aparece en los documentos legales como «Víctima 1». «Su personalidad es importante en el juicio», incidió.
Pero Subramanian, coincidiendo con las fiscales, replicó que las personas con un carácter fuerte «también pueden ser presionadas», y dijo que el lunes decidiría si los abogados pueden recurrir a este argumento o no.
Combs, que fue detenido el pasado septiembre y permanece en una prisión de Brooklyn sin posibilidad de fianza, está imputado con cinco cargos: uno de conspiración con fines de extorsión; dos de tráfico sexual mediante la fuerza, el fraude o la coerción; y otros dos de proxenetismo.
Si es declarado culpable de todos los cargos, podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua.