Tras una remontada milagrosa en el primer partido y una contundente paliza en el segundo, los Indiana Pacers pasaron 48 minutos luciendo como si merecieran estar en las Finales de la NBA de 2025. Y ahora, están a dos victorias de su primer campeonato de la NBA.
Los Pacers derrotaron a los Oklahoma City Thunder por 116-107 en el tercer partido el miércoles, tomando una ventaja de 2-1 en la final.
El juego estuvo empatado hasta mediados del último cuarto, pero luego una racha liderada por Tyrese Haliburton puso a los Pacers arriba por ocho cuando quedaban tres minutos, mientras un estridente Fieldhouse encontró otra marcha para el ruido.
Haliburton terminó con 22 puntos, 11 asistencias y nueve rebotes, mientras que Pascal Siakam anotó 21 puntos. Normalmente, son ellos dos los que deciden qué clase de noche será para los Pacers, pero el miércoles Indiana contó con un grupo diferente de héroes.
La banca de los Pacers se vuelve muy importante.
Tanto el Thunder como los Pacers utilizaron a fondo sus bancas, con un total de 21 jugadores entrando al partido a mediados del segundo cuarto.0
Esto podría haber sido un reflejo del ritmo acelerado que estos dos equipos han mostrado tanto en esta serie como en la postemporada, pero fue una ventaja para los Pacers en el tercer partido. La banca de los Pacers superó a la segunda unidad del Thunder por 49-18, con actuaciones especialmente destacadas de Bennedict Mathurin (27 puntos con 9 de 12 en tiros de campo) y T.J. McConnell (10 puntos, cinco asistencias, cinco robos).
El impacto se sintió más en el segundo cuarto, cuando los Pacers comenzaron perdiendo por ocho puntos. Con Haliburton y Siakam fuera del partido, la banca de Indiana se apresuró a conseguir la primera ventaja de los Pacers en el partido.
Ningún jugador representó el empuje de los Pacers como McConnell. Anteriormente un recluta de 1,73 metros de altura poco solicitado y luego agente libre no reclutado, McConnell se ha labrado un papel como el hombre que mantiene en marcha la ofensiva de los Pacers sin Haliburton. Los Pacers no ganan el tercer partido sin él, lo que lo convierte en uno de los varios casos de éxito de un equipo que está a dos victorias de superar sus expectativas para ganar el título de la NBA.
El cuarto partido, en el que podrán poner a OKC completamente a la defensiva, está programado para el viernes en el Gainbridge Fieldhouse (8:30 ET, ABC).
